dimarts, 25 de desembre del 2012

Los nuestros (III)



Capítol V.

“La tía era una mujer vistosa. En su tórrida belleza armenia había cierta nota de falsedad. Como en los paisajes montañosos de Lérmontov y en sus versos románticos.
La tía era observadora y perspicaz. Tenía buena memoria. Muchos de los hechos que me contó los he recordado siempre. Recuerdo, por ejemplo, este episodio de su vida.
Cierta vez se enctró en la calle con Mijaíl Zóschenko. Para el escritor ya habían llegado los tiempos difíciles. Zóschenko dándole la espalda pasó rápidamente a su lado.”

(...)

Creo que mi tía era una buena redactora. O mejor dicho, era una buena persona, bondadosa e inteligente.
Yo, personalmente, no me he encontrado con ningún buen redactor. Aunque entre ellso había bellísimas personas.

(...)

En los años sesenta empecé a escribir alguna cosa. Se lo enseñé a mi tía. La tía encontró en mis relatos cientos de errores. Errores estilísticos, ortográficos y de puntuación.
Mi tía me decía:
- Aquí escribes: “el frío y el silencio se fundían...” No queda claro. El frío y el silencio son fenómenos de distinto orden. Hay que escribir: “En el bosque hacía frío y reinaba el silencio”. Sin malabarismos...
-¿Cómo, en el bosque? -repliqué asombrado-. La acción transcurre en una celda de castigo.¡
- Ah, sí -decía mi tía...

Por aquel entonces le confiaron un taller literario. De aquel taller salieron muchos buenos escritores. Por ejemplo, Gansovski y Pikul.
Entre otros vino al taller Iósif Brodsky. Mi tía no lo admitió. De sus versos dijo lo siguiente:
- Delirios de un demente!
(Por cierto, en la poesía de Brodsky también los hay).
A Brodsky no lo admitieron.

(...)

- ¿Sabes qué cosa me obsesiona? -siguió diciendo-. Cuando vivíamos en Novorosiisk, había allí una valla. Una valla alta, marrón. Cada día pasaba junto a ella. Pues bien, nunca he sabido qué es lo que había detrás. No lo pregunté. No pensé que eso fuera importante...Qué manera más absurda y estúpida de vivir la vida...¿O sea que te niegas?"


Los nuestrosSérguei Dovlátov (Áltera, Barcelona, 1999)

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