"Vivíamos
en una repgunante casa comunal. El largo y tenebroso pasillo
desembocaba metafísicamente en el cuarto de baño. El paper pintado
junto al teléfono estaba cubierto de dibujos: la angustiosa crónica
del subconsciente comunal.”
(...)
Schopenhauer escribió que la gente no cambia en absoluto."
Capítol IX.
"La
vida había hecho de mi primo hermano un delincuente. Creo que tuvo
suerte. Si no, se hubiera convertido, sin duda, en un alto
funcionario del partido.
Así
es, y para ello había un sinfín de las más diversas premisas. Pero
no nos adelantemos a los hechos..."
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